LA CARRETERA

                                                           



 
                  TÍTULO: LA CARRETERA

         EDITORIAL: LITERATUR MONDADORI             

                  NÚMERO DE PÁGINAS: 210







                                                                       RESEÑA

"A veces el niño hacía preguntes acerca del mundo que para él no era ni siquiera un recuerdo. Se esforzaba mucho para responder. No existe pasado."

 

Primer libro que leo de este autor y no quiero que sea el último. La historia es fàcil de reponer: un hombre y un chico (así, sin nombres) intentan sobrevivir a la desvastación de Estados Unidos viajando a pie por la carretera. No se sabe específicamente que sucedió como para que todo esté muerto, desolado, cubierto de cenizas, y tampoco importa. Lo revelante es la relación entre esas dos persones que solo se tienen la una a la otra y tratan de apartarse de los grupos caníbales y de los ladrones mientras buscan provisiones para soportar el día a día.

 

Ni el narrador ni los personajes mencionarán el origen de esa tragedia (eso me frustró mucho al principio) en donde los supervivientes están obligados a vagar en búsqueda de alimentos y de elementos que permitan pasar el invierno. A pesar de que lo más importante sea la relación padre e hijo, hay una atención muy minuciosa en las acciones que realiza el hombre. También resulta interesante el contraste entre la inocencia y la bondad del niño frente al estado de alerta permanente del hombre. Hay una concepción de "los buenos y los malos" que el hombre va inculcando. No sé hasta qué punto sirve en una situación tan desesperante como la que están pasando, pero se comprende que el padre trate de protegir al hijo de las divisiones tan confusas que hay. Lo bueno es que los papeles se invierten en muchas ocasiones y es el chico quien educa al padre, dándole un par de lecciones desde su punto de vista infantil.

 

La novela adquiere cierta monotonía gracias a esa única relación que se desarrolla en el libro. Los demás cruces con personas suelen ser violentos o penosos. Un detalle que observé: casi no hay mujeres en la trama y la mayoría de ellas están embarazadas, lo cual me hizo pensar algunas cosas desagradables que es mejor no escribir. No hablan y, si lo hacen (como la única mujer medianamente importante en la novela y a la cual se la deja muy mal parada, para variar), dicen poco y nada. Es curioso.

 

No creo que nadie disfrute leyendo este libro. "Disfrutar" es una palabra que no encaja con este libro. Es una novela que se sufre, se padece. Se sobrevive a cada escena llena de cenizas y de ese frío que era "capaz de romper rocas". Aunque una vez que concluye, se puede reflexionar en paz sobre la condición humana y el fino hilo de esperanza que atraviesa la obra.

 

En mi caso, yo lo pasé muy mal leyendo la novela, rompiéndome la cabeza constantemente por intentar averiguar las respuestas de las preguntas que rondaban en mi cabeza durante toda la lectura. Al leerla no pude dejar de pensar en el suicido. ¿Por qué no acabaron por suicidarse los protagonistas, ante la situación tan fuerte que estaban viviendo? A mitad de la novela podemos ver como hay ciertos momentos en los que el protagonista piensa en la opción del suicidio como su única salida hacía la calma, pero nunca lo llega a cometer. ¿Por qué? (Otra vez). Por su hijo. Porqué el padre siempre quiere lo mejor para su hijo y quiere que tenga una vida feliz, aunque ello conlleve tener que sobrevivir ante esas condiciones tan extremas. La esperanza es lo último que se pierde en la novela y eso es lo bonito de descubrir, entre todo el halo de destrucción, ceniza y muerte que hay en el libro. Yo creo que solo por eso ya merece la pena leer a McCarthy.

 

 

 "Y luego, ya a oscuras: ¿Puedo preguntarte algo?
Naturalmente.
¿Qué harías si yo muriera?
Si tú murieras yo también querría morirme. ¿Para poder estar conmigo?
Sí. Para poder estar contigo.
Vale."

 

"Todas las cosas bellas y armónicas que uno conserva en su corazón tienen una procedencia común en el dolor. El hecho de nacer en la aflicción y la ceniza. Bueno, susurró para el chico que dormía. Yo te tengo a ti."